Las antigüedades como protagonistas

El mobiliario antiguo cobra un protagonismo especial durante las últimas temporadas en la decoración del hogar. Hablar de mueble recuperado es hablar de tendencia, de historia, de espacios muy personales y de situaciones y momentos especiales.
Paradójicamente, los espacios creados a partir de piezas antiguas resultan de total actualidad, siendo el referente de las últimas tendencias tanto en interiorismo y decoración como en estilo de vida.
Durante la última feria de Almoneda (compraventa de antigüedades a particulares) sus promotores vieron cómo las ventas se disparaban en comparación con la tendencia de los últimos años, especialmente atendiendo a las piezas de mobiliario antiguo frente a los pequeños objetos decorativos o poco funcionales.
¿Cuáles son las piezas más punteras?
Destacan los “bureaus”, tocadores, escritorios o secreters, las lámparas y las máquinas de escribir. Lo importante sin embargo es la exclusividad del artículo, su diseño y el equilibrio en conjunto de la estancia. Pero ¿qué es lo que establece el equilibrio?
Este tipo de espacios parten de piezas con mucho carácter y desiguales, que a su vez crean espacios realmente atractivos. Solamente hace falta una pizca de audacia y buen gusto a la hora de conformar el espacio.
Es cierto que han sido los coleccionistas los que han reactivado este sector después de unos años de crisis en los que se vendía por necesidad de obtener dinero rápido en las subastas, y los compradores eran escasos. Se vendía, pero no había movimiento real de piezas de gran calidad, debido a que su elevado precio se mantenía casi intacto.
Entre los compradores actuales vemos decoradores, nostálgicos y enamorados del coleccionismo o incluso productores de cine, teatro y televisión, ya que esta estética y el gusto por las antigüedades ha trascendido desde los hogares más prestigiosos hasta los decorados de espectáculos de época.